El estado cognitivo son las diferentes funciones o capacidades del ser humano que le permiten realizar todas las actividades del día a día. Entre ellas están el lenguaje, la memoria, la atención, las funciones ejecutivas o las habilidades visoespaciales o constructivas. Cuando el estado cognitivo del adulto mayor se encuentra alterado quiere decir que pueden existir ciertos déficits en algunas de estas funciones.
Sigue leyendo para conocer el funcionamiento del deterioro cognitivo en el adulto mayor y que herramientas se utilizan para valorarlo.
¿A qué hace referencia el estado cognitivo del adulto mayor?
El proceso de envejecimiento puede afectar de diferentes formas al estado cognitivo del adulto mayor, observando alteraciones funcionales y cognitivas que hacen que la calidad de la persona pueda verse afectada de manera negativa.
Estas alteraciones funcionales pueden afectar a las funciones básicas de la vida diaria (ABVD) como la capacidad de vestirse, alimentarse de manera autónoma o cualquier actividad que altere el nivel de independencia de la persona. También se pueden ver afectadas las actividades instrumentales de la vida diaria (AIVD) como el cuidado de otros, el uso de sistemas de comunicación, el manejo de las finanzas o el cuidado de la salud.
Con el envejecimiento también puede verse afectado el estado cognitivo pudiendo desarrollar deterioro cognitivo. El principal síntoma que puede observarse en el deterioro cognitivo es la pérdida de memoria, seguidamente este deterioro va avanzando hasta alterar las diferentes funciones cognitivas, desde un deterioro leve hasta una etapa más avanzada, pudiéndose observar finalmente una demencia senil como la Enfermerdad de Alzheimer.
¿Qué instrumentos se utilizan para evaluar el estado cognitivo del adulto mayor?
El terapeuta ocupacional es el encargado de evaluar las ABVD y las AIVD. Los test que evalúan las ABVD valoran el autocuidado y las necesidades básicas que dotan de autonomía al paciente en su domicilio. El Índice de Barthel es la escala más empleada para valorar las actividades básicas de la vida diaria. Este valora el grado de dependencia, minusvalía y discapacidad.
La escala más utilizada para valorar las AIVD es el Índice de Lawton y Brody. Este valora tres funciones básicas como preparar la comida, cuidar de la casa y lavar la ropa. También se utilizan las Láminas de la COOP-WONCA. Este test consta de 6 láminas que realizan una valoración multidisciplinar, entre ellas se valora la forma física, el dolor, los sentimientos, las actividades sociales, las actividades cotidianas y el cambio en el estado de salud o de la salud global.
También se pueden realizar pruebas de ejecución, donde se le pedirá a la persona que realice ciertos movimientos, levantarse, andar o pruebas de velocidad y marcha.
Para valorar el estado cognitivo del adulto mayor el neuropsicólogo puede utilizar diferentes escalas. El test más utilizado es el Mini Mental State Examination de Folstein. Es una prueba sencilla que permite valorar la presencia de un deterioro cognitivo, pero para confirmar dicho deterioro es necesario la administración de más pruebas que evalúen las diferentes funciones cognitivas de manera más específica. El Mini Mental consta de 30 puntos repartidos en las diferentes funciones cognitivas como la orientación, la memoria, la atención y el cálculo, la recuperación de las palabras memorizadas y el lenguaje.
Para saber si existe un deterioro debes fijarte en la puntuación obtenida en el test. Con una puntuación de 24 puntos o más el estado cognitivo se encuentra dentro de la normalidad, entre 19 y 23 puntos se observa un deterioro leve, entre 14 y 18 puntos un deterioro moderado y menos de 14 puntos se observa un deterioro grave.
A parte del Mini mental State Examination existen diferentes test como El Cuestionario de Pfeiffer, utilizada para un primer acercamiento a las funciones cognitivas, es un test de rápida aplicación y de cribado que valora la memoria y la orientación.
Un test más específico orientado a cribar la demencia es el Test de evocación de Isaac o el Autocumplimiento Test del Informador (TIN).
En caso de pacientes analfabetos o con déficits sensoriales es utilizado el Set-test de Isaac. Este se considera un test de fluidez verbal, sencillo y rápido de realizar, con una gran sensibilidad para diagnosticar el deterioro cognitivo (un 79%).
Recuerda incrementar constantemente tu reserva cognitiva para tener menos posibilidades de desarrollar alteraciones en el estado cognitivo del adulto mayor. Para ejercitar las funciones cognitivas puedes realizar diferentes actividades como leer, jugar a juegos de memoria o de mesa como el ajedrez, solucionar problemas matemáticos o realizar ejercicios como los sudokus. También es útil mantenerse activo aprendiendo cosas nuevas como por ejemplo el funcionamiento de los ordenadores. Mantener una vida saludable haciendo deporte y llevando una dieta saludable ayudará a disminuir la probabilidad de padecer deterioro cognitivo.
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