Los estados de ánimo jugarán un papel importante en la vida de la persona con demencia y en las personas que cuidan de él.
Nos encontraremos diferentes estados de ánimo, eso no significa que todas las personas que tienen demencia pueden tener estos cambios de humor.
Las personas que si tienen cambios de estado de ánimo veremos que durante el día y durante la semana fluctúan, una persona con demencia por la mañana puede estar más animado y alegre pero cuando pasan unas horas se siente más apático e irascible.
Ahora haremos una lista de los estados de ánimo que podemos encontrarnos en una persona con demencia.
Los estados de ánimo pueden variar de una persona a otra, está es una pequeña guía de los posibles estados de ánimo que podemos encontrarnos en una persona con demencia, no tienen porque aparecer todos o puede que no aparezca ninguno.
- Apatía y desgana: La apatía es la falta de energía y motivación para realizar actividades o iniciar acciones, poner interés en las actividades que se están haciendo y que antes les resultaba placentera. Estos estados de ánimo son muy frecuente en las personas con demencia y nunca les tendremos que obligar ni insistir a que realicen alguna actividad que no les apetezca hacer porque eso podría desencadenar una situación catastrófica. La apatía y la desgana pueden aparecer porque ya no son capaces de realizar las actividades que antes les gustaba hacer. Basándonos en lo que le gustaba anteriormente podremos guiarnos para que realice alguna actividad y así mantener a la persona activa, intentado que no se limite a sentarse sin hacer nada. Por ejemplo si la persona antes trabajaba de cocinera, ahora podríamos pedirle que nos ayude a hacer la comida por ejemplo pelando patatas. Que realice actividades placenteras y que le resulten agradables.
- Ira e irritabilidad: Algunas personas con demencia se vuelven más irascibles, llegando a tirar cosas, golpearnos o chillarnos. Esto es una situación catastrófica y como tal no deberemos responder gritando ni enfadarnos porque así no solucionaremos nada sino que la persona se irritará más pudiendo volverse agresiva. Intentaremos saber cuál fue el estímulo que desencadenó la ira y lo apartaremos, así evitando que vuelva a aparecer en un futuro, trataremos la situación con la máxima tranquilidad que podamos. A veces hay actividades que no les gustará realizar porque se sienten incómodos como por ejemplo el baño, es importante realizar esta actividad en el momento del día donde la persona se sienta más tranquila y de mejor humor, así evitando una situación catastrófica.
- Ansiedad y nerviosismo: Algunas personas con demencia se vuelven más ansiosas, nerviosas y agitadas, alguna vez sabrá explicarnos porqué y otras no. Insistir en que nos cuente qué es lo que le preocupa solo hará que se preocupe más, tendremos que ofrecerle tranquilidad. El nerviosismo y la agitación pueden desarrollarse por estar en un lugar nuevo donde se pierden o no entienden las cosas que pasan a su alrededor, simplificar su entorno resultará útil. La agitación puede ser parte de un enfado o de la ansiedad, resulta muy útil poner a la persona con demencia ha realizar alguna actividad repetitiva como doblar servilletas o simplemente darle algo para juguetee.
- Desconfianza: Las personas con demencia se vuelven desconfiadas, sospechan de que les roban objetos cuando en realidad no recuerdan dónde los han puesto y tampoco son capaces de valorar la situación de manera realista. Nunca debemos enfrentarnos a la persona o discutir con ella ya que eso solo va a empeorar la situación. Localizar el objeto y situarlo en lugares etiquetados puede resultar útil para no perder las cosas. Distraer a la persona y realizar otra actividad puede ser útil para salir del bucle de desconfianza.
- Depresión: Nos encontraremos con sentimientos de tristeza, sensaciones de sufrimiento, vacío e inutilidad. Este sentimiento lo podremos encontrar ya que cuando la persona con demencia se da cuenta de que ya no puede realizar las actividades que le llenaban antes. Para poder reducir este sentimiento debemos respetar lo máximo posible la independencia de la persona, animarle a realizar actividades para que se sienta útil e integrado, fomentar un estado de ánimo positivo.
- Agitación: Es un movimiento que no tiene ninguna finalidad y se repite durante bastante tiempo, es la manera de canalizar la ansiedad y la energía acumulada, a veces es la única manera que tiene la persona de mostrarnos dolor, como una infección o fiebre. Tenemos que intentar dar un sentido a ese movimiento repetitivo.
- Euforia: Podremos observar un estado de labilidad emocional, las personas sanas tienen un estado emocional estable, en cambio la persona con demencia tiene un estado descontrolado, pueden pasar de reírse a estar llorando en unos segundos, sin que la situación que estaban viviendo haya cambiado lo más mínimo.
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