La memoria anterógrada es la capacidad de recordar información que se ha adquirido recientemente. Es decir, se trata de la capacidad para almacenar y recordar eventos y experiencias que nos han ocurrido después de una lesión o enfermedad que afecta al cerebro. Este tipo de memoria es fundamental en nuestra vida diaria, ya que nos permite recordar cosas importantes como los nombres de las personas, los lugares que visitamos, las citas que tenemos, etc.
Sigue leyendo este artículo para conocer los síntomas que puedes tener si sufres memoria anterógrada y ejercicios para tratarla.
Síntomas de la memoria anterógrada alterada
La pérdida de memoria anterógrada se manifiesta como una incapacidad para recordar hechos o eventos que ocurren después de una lesión o enfermedad que afecta al cerebro. Algunos de los síntomas más comunes de la memoria anterógrada incluyen:
- Olvidar información que se acaba de aprender.
- Dificultad para recordar nombres, fechas, direcciones y otras información importante.
- Repetir preguntas o historias debido a la incapacidad de recordar lo que se ha dicho anteriormente.
- Dificultad para aprender nuevas habilidades o realizar tareas nuevas.
- Pérdida de la noción del tiempo.
Evaluación de la memoria anterógrada
La evaluación de la memoria anterógrada se lleva a cabo a través de pruebas neuropsicológicas específicas. Estas pruebas permiten a los profesionales de la salud evaluar el rendimiento cognitivo del individuo y detectar cualquier déficit en la memoria anterógrada.
Algunas de las pruebas neuropsicológicas más comunes para evaluar la memoria anterógrada son:
- Memorización y aprendizaje de lista de palabras con el test Free and Cued Selective Remaining Test (Buschke, 1984): se presenta al paciente una lista de palabras y se le pide que las recuerde inmediatamente después. Luego, se le hace recordar la lista de palabras después de un tiempo determinado, generalmente después de unos minutos, con el objetivo de evaluar la capacidad de retener información nueva.
- La reproducción de figuras geométricas como la Figura compleja de Rey (Rey, 1941): se presenta al paciente una figura geométrica y se le pide que la dibuje copiándola. Y después de un tiempo determinado, se le hace dibujar la figura para evaluar la capacidad de retener información visual.
- La memorización de historias con las Historias Lógicas de la WMS III (Wechsler, 2012): se presenta al paciente un par de historias y se le pide que la recuerde inmediatamente después. Luego, después de un tiempo determinado se le hace recordar los elementos más importantes de las dos historias para evaluar la capacidad de retener información verbal y narrativa.
- Pruebas de reconocimiento: se presentan al paciente una serie de estímulos, como palabras, imágenes o sonidos, y se le pide que los identifique entre una serie de distracciones. Esta prueba evalúa la capacidad de reconocimiento de información nueva.
5 ejercicios para trabajar la memoria anterógrada
Si tienes problemas con la memoria anterógrada es importante trabajar junto a un neuropsicólogo que te diseñe un plan de rehabilitación cognitiva específico para ti. Aquí te ofrecemos cinco ejercicios diferentes que puedes trabajar autónomamente en casa, para ayudarte a mejorar tu memoria anterógrada.
Practica la repetición
Repite en voz alta la información que quieres recordar varias veces. Algunos ejercicios son la repetición de palabras sueltas o de frases. Para poner en práctica en la vida cotidiana, si te presentan a una persona nueva, repite su nombre varias veces para fomentar que se quede en tu memoria.
Usa el método de asociación
Haz ejercicios de asociación para aprender a asociar información nueva con algo que ya conoces. Algunos ejercicios para trabajar la asociación es utilizar imágenes asociadas a palabras, la persona deberá aprender estas asociaciones creando frases con la imagen y la palabra, para después viendo la imagen recuerde la palabra que estaba asociada. Para poner en práctica en la vida cotidiana y siguiendo el anterior ejemplo, si te presentan alguien nuevo que se llama Juan, piensa en alguien que conoces que también se llame Juan, para fomentar que recuerdes su nombre.
Crea listas
Haz listas de cosas que quieres recordar, como una lista de la compra o bien, una lista de tareas pendientes. Puedes escribir estas listas en un papel o bien una aplicación de notas del teléfono para siempre llevarla encima.
Trabaja la memoria
Haz ejercicios de memoria con juegos de móvil o juegos de mesa para ayudarte a mejorar la memoria. Algunos juegos que son útiles son los juegos de memoria visual como el memory, que trabaja la memoria inmediata o el juego de palabras.
Mantén una rutina
Establece una rutina diaria para ayudar a tu cerebro a recordar y aprender cosas nuevas de manera más efectiva. Por ejemplo, establece horarios fijos para tus labores personales, como hacer ejercicio, leer un rato u horarios para ver la televisión.
En conclusión, la memoria anterógrada nos permite aprender cosas nuevas y recordar información relevante, por eso es fundamental para el aprendizaje y la adquisición de nuevos conocimientos. Si una persona tiene dificultades en esta área, puede presentar problemas para recordar información nueva, retener nuevos aprendizajes o incluso realizar tareas cotidianas. La rehabilitación de la memoria anterógrada es importante porque puede mejorar la calidad de vida de las personas que presentan dificultades en esta área. Esta rehabilitación puede tener un impacto positivo en la autonomía y la independencia de la persona en su vida cotidiana, donde la persona puede ser más eficiente en la realización de tareas cotidianas como la gestión de su medicación, la realización de compras o el manejo de la tecnología. Es importante que la rehabilitación sea llevada a cabo por un profesional especializado en neuropsicología, quien diseñará un plan de intervención específico para cada caso.
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