Muchos post-its para recordar cosas que no se pueden recordar con la memoria inmediata

La memoria es una función cognitiva del cerebro que nos permite codificar, almacenar y recuperar la información del pasado. Hay diferentes tipos de memoria que se clasifican según su duración, entre ellas se encuentran la memoria inmediata o corto plazo, la memoria reciente y la memoria remota o a largo plazo.

La memoria inmediata es aquella que tiene una duración de menos de un minuto y es limitada a unos pocos estímulos u objetos. La memoria reciente es la que oscila entre unos minutos o varias semanas y su capacidad de almacenamiento es mayor que la memoria inmediata. Por último, tenemos la memoria remota o a largo plazo, es la que mantiene la información desde semanas a años.

Memoria inmediata; características principales

Existen 4 tipos diferentes de memoria inmediata o a corto plazo, estos cuatro tipos están especializados en diferentes tipos de estímulos. 

Estos cuatro tipos son el sistema ejecutivo, almacén episódico, bucle fonológico y agenda visoespacial.

El sistema ejecutivo se encarga de regular todos los procesos de la memoria a corto plazo. 

El almacén episódico se encarga de procesar varios estímulos diferentes y convertirlos en una representación visual, verbal, espacial y temporal. El bucle fonológico se encarga de retener la información verbal y alfanumérica, es decir todos aquellos estímulos que son números o letras. 

Por último, la agenda visoespacial es la encargada de retener la información visual, es decir imágenes.

Ahora que conocemos la memoria inmediata, ¿cuándo se encuentra alterada?

Este tipo de memoria se ve alterada en las fases moderadas de la enfermedad de Alzheimer, en un daño cerebral como un ictus o un traumatismo craneoencefálico. Otro factor que puede alterar la memoria inmediata es el consumo de sustancias tóxicas como la marihuana. También se puede encontrar alterada en trastornos del aprendizaje como la dislexia, ya que la persona puede tener dificultades de almacenamiento de información fonológica, desembocando a problemas de adquisición del lenguaje.

Ejemplos de memoria inmediata

Juego de mesa para trabajar la memoria inmediata

Usamos la memoria inmediata para almacenar datos de manera inmediata o a corto plazo, algunos de los cuales no necesitamos para siempre y desechamos una vez los hemos usado. La mayoría de esta información no supera los 40 segundos y la cantidad de estímulos que somos capaces de recordar durante este tiempo son entre dos y siete estímulos o objetos. La mayoría de personas no recuerdan esta información pasadas unas horas. Algunos ejemplos son:

  • Recordar cifras o series de números, como recordar el número de teléfono que nos han dado y mantenemos esa información hasta apuntarlo. 
  • Recordar la matrícula de un coche que acaba de pasar.
  • Recordar nombres de personas.
  • Recordar direcciones.
  • Recordar rostros de personas para identificarlos en fotografías.
  • Es necesaria para comprender una frase larga en una conversación, necesitamos recordar el inicio de la frase para entender el final. La memoria a corto plazo es la encargada de retener este inicio de frase. Una vez retenida la información, la olvidamos, ya que no necesitamos recordar las palabras exactas de la frase sino el concepto en sí. Lo mismo pasa cuando leemos, retenemos el principio de una frase para lograr comprender la frase entera. Esto es muy necesario en la educación infantil, ya que tener una buena memoria inmediata es fundamental para una correcta comprensión lectora y con esto, un buen rendimiento escolar.

¿Cómo evaluar la memoria inmediata?

La mejor manera de evaluar una memoria inmediata es hacer una evaluación neuropsicológica completa. Cuando se realiza una evaluación, no solo se evalúa la función cognitiva que la persona o familiares haya detectado alterada, sino que se realiza una evaluación completa de todas las funciones cognitivas, entre ellas la memoria, la atención, las funciones ejecutivas, lenguaje, velocidad de procesamiento, praxias, gnosias, percepción y orientación.

Algunos test encargados de evaluar la memoria inmediata entre otras funciones cognitivas, pueden ser:

  • Test de span verbal, dígitos directos e indirectos del Test de Barcelona (Peña- Casanova, 2005). Este test consiste en repetir una serie de dígitos en el mismo orden que se le presentan y posteriormente invertir los dígitos a su presentación. Cada vez que la persona complete la serie de manera correcta, se le añadirá un número hasta que cometa algún error.
  • Test secuencial WOM-ASM: En este test aparecerán unas bolas con números en una pantalla, la persona deberá memorizarlos para más repetirlos posteriormente. Los números irán aumentando progresivamente hasta que la persona cometa un error.

En conclusión, la memoria inmediata no es una función cognitiva que se evalúe por separado, aunque existen test determinados que la evalúan, como el test secuencial WOM-ASM o el test de dígitos directos e indirectos. Como has podido observar este tipo de memoria se utiliza durante el día a día para recordar cosas básicas que más tarde olvidaremos y solo retendremos el concepto importante del estímulo memorizado.