Las pruebas de screening o test de cribado son un método de evaluación secundario que consiste en la realización de pruebas diagnósticas, con el fin de detectar una posible anomalía o patología de manera precoz, esto nos servirá de guía para poder realizar una evaluación en profundidad de los déficits encontrados.
Según la Organización Mundial de Salud (OMS), una prueba de screening “consiste en identificar en la población general a las personas afectadas por una enfermedad o anomalía que hasta entonces pasaba desapercibida mediante test diagnósticos, exámenes u otras técnicas de aplicación rápida”.
Existen múltiples pruebas de screening para diferentes enfermedades como el cáncer, para la anemia o para enfermedades neurodegenerativas como el Alzheimer. Para realizar un test de cribado neuropsicológico es necesario que estas pruebas cumplan con ciertas características como podrían ser:
- Han de ser breves, ya que en la Atención Primaria no se dispone de un tiempo superior a 10 minutos por paciente.
- Han de ser fáciles de pasar, ya que los profesionales que los usan no son expertos en demencias ni en aplicación de test.
- Tienen que ser simples, es decir, que no disponga de instrumentación que dificulte su pasación en determinados entornos.
- Tienen que ser económicos.
- Han de ser equitativos para todos los sujetos, como puede ser un bajo nivel educativo, han de ser adaptables a la variabilidad cultural e idiomática.
Estas pruebas de screening neuropsicológicas son pruebas rápidas o de rastreo cognitivo, son de fácil aplicación y requieren poco tiempo, suelen ser de entre 5 a 20 minutos aproximadamente. Estos test constan de unas preguntas variadas en relación con un cierto número de áreas cognitivas como pueden ser la memoria, atención y concentración, orientación temporal, personal y espacial, aprendizaje, lenguaje o capacidades visoperceptivas. Aunque estas pruebas se aplican a todo tipo de pacientes con déficits cognitivos tanto agudos como crónicos, se diseñaron originalmente para cuantificarán el daño cognitivo a ancianos.
La puntuación de estas pruebas funcionan con un punto de corte, que funciona como identificador de distinción dicotómica entre patológico y normal, señalando a aquellos individuos que necesitan una evaluación neuropsicológica más detallada.
¿Qué pruebas de screening existen?
Existen muchas pruebas de screening, aunque la más utilizada es el Mini-Mental State Examination (MMSE) (Folstein et al. 1975), evalúa las diferentes capacidades cognitivas en un tiempo de 10 minutos ubicándolos en los diferentes grados de deterioro, siendo la puntuación máxima 30 puntos.
La versión española de este test, creado por Lobo et al. 1999 es el Mini Examen Cognoscitivo con una puntuación máxima de 35 puntos, considerando anormal una puntuación de 23 o menor.
Estos test tienen varias limitaciones como:
- Solo tienen 3 preguntas de 30 dedicadas a evaluar la memoria, siendo este test clave para el diagnóstico de una demencia.
- Valores de sensibilidad y especificidad son moderados.
- Al estar sesgado culturalmente, es poco sensible en sujetos con un alto nivel educativo y poco específico en sujetos con un nivel educativo bajo.
- Su fiabilidad es limitada.
- En sujetos con un nivel bajo educativo o un deterioro cognitivo ya marcado no resulta ni fácil ni rápido de pasar.
- Tiene el fenómeno techo, es decir que resulta poco sensible al cambio en sujetos educados y sin deterioro cognitivo.
Por eso existen otros test de cribado más enfocados a la memoria y a la atención como puede ser el Syndrom Kurztest, creado por Erzigkeit en 1989, tiene una duración de entre 10 a 12 minutos, donde se evaluará el rendimiento cognitivo en memoria, denominación de objetos, evocación, aprendizaje, lectura, ordenación de números y tareas de interferencia.
Otro test de cribado es el test de los 7 minutos (T7M), que es una mini batería que incluye diferentes test como son el test de orientación temporal de Benton, un test de fluidez categorial semántica de animales, el test del reloj que valora capacidades cognitivas como las capacidades visuoespaciales, la atención, el conocimiento numérico y las funciones ejecutivas, simplemente pidiéndole al sujeto que dibuje un reloj cuyas manecillas marquen una hora determinada. Por último también incluye el Test de Buschke destinado a detectar alteraciones en la memoria asociadas a la demencia, consiste en un test breve de recuerdo diferido libre y facilitado que usa el aprendizaje controlado para optimizar la especificidad de la codificación de información
Entre estas, existen muchas más pruebas de screening que pueden ayudarnos ha realizar una aproximación a la distinción entre patológico y normal, pero nunca tiene que servirnos como método diagnóstico definitivo, sino como prueba rápida o de rastreo cognitivo para poder comprobar que déficits cognitivos existen y poder realizar una evaluación neuropsicológica más profunda siempre que fuese necesario.
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