Los trastornos del habla son una alteración que puede afectar a nuestra voz, articulación, fonología o bien falta de fluidez, causando una habla mal articulada, tartamudez, voz ronca o habla muy lenta o demasiado rápida, dificultado la comunicación verbal.
Es decir, los trastornos del habla son alteraciones para crear o formar los sonidos del habla necesarios para comunicarse con los demás.
El trastorno del habla puede ocurrir de manera repentina o puede evolucionar gradualmente.
Diferencia entre los trastornos del habla y los trastornos del lenguaje.
Como hemos dicho los trastornos del habla son alteraciones para crear o formar sonidos necesarios para comunicarnos, en cambio los trastornos del lenguaje son las alteraciones para conseguir comunicar un significado a los demás o bien comprender un mensaje que nos quiere comunicar una persona, es decir, es un trastorno en la producción y la comprensión del lenguaje previamente adquirido causado por una alteración o disfunción cerebral.
¿Cuáles son los trastornos del habla?
- Disartria: La disartria es un trastorno articulatorio causado por una afectación en cualquiera de las áreas del sistema nervioso central o bien periférico que intervienen en el motor articulatorio, es una alteración en el control de los músculos implicados en el proceso del habla. Suele darse en niños con parálisis cerebral o en adultos con afectaciones neurológicas cognitivas severas. La disartria se puede dar por parálisis, debilidad muscular o dificultad en la coordinación motriz. Esta alteración podemos encontrarla en la Enfermedad de Parkinson, en accidentes cerebrovasculares, en traumatismos craneoencefálicos, esclerosis múltiple o Enfermedad de Huntington.
- Las alteraciones que podemos encontrar en la disartria son:
- Alteraciones en el tono.
- Alteraciones en el timbre.
- Alteraciones en el volumen de la voz.
- Alteraciones en el acento.
- Babeo o escasez de baba.
- Dificultad para tragar o masticar.
- Ronquera o voz entrecortada.
- Las alteraciones que podemos encontrar en la disartria son:
- Apraxia del habla: La apraxia del habla es un trastorno que afecta a la organización o planificación motora de los músculos implicados para desarrollar el habla de manera intencionada, sin existir una debilidad, lentitud o descoordinación. Dentro de esta alteración podremos observar:
- Dificultad en la pronunciación de grupos de dos vocales o dos consonantes.
- Dificultad para iniciar la producción del habla.
- Dislalia: La dislalia es un trastorno que afecta a la pronunciación de algunos sonidos. Dentro de este trastorno podemos distinguir:
- Problemas de sustitución: La persona sustituye un fonema por otro de la misma familia fonética.
- Problemas de omisión: Omiten un fonema.
- Problemas de distorsión: Realizan el fonema de manera incorrecta y de ello resulta un fonema que no existe para el idioma de la persona.
- Disfluencia: La disfluencia es la alteración del ritmo y la fluidez del habla. Existen dos tipos:
- Farfulleo: El farfulleo es una forma precipitada de hablar, la persona habla de manera tan rápida que se omiten algunos fonemas y sílabas.
- Tartamudez: Es la descoordinación en los movimientos fonoarticulatorios y espasmos musculares en varios puntos de las vías donde se produce el habla. Los síntomas varían en función del interlocutor o el mensaje que se quiere dar y se agrava en situaciones de estrés.
- Disglosia: La disglosia es un trastorno de la pronunciación causado por lesiones o malformaciones.
¿Qué podemos hacer para reducir los riesgos de sufrir algún trastorno del habla?
Hay varios hábitos de la vida cotidiana que se pueden adaptar para poder reducir el riesgo de padecer un trastorno del habla o bien, minimizar los síntomas de éstos.
Algunos de los hábitos que se deberían cambiar para reducir los riesgos de sufrir un trastorno del habla son:
- No consumir alcohol ni drogas.
- No consumir tabaco ya que el tabaquismo está relacionado con el cáncer de garganta.
- Mantener una dieta equilibrada, realización regular de ejercicio y hábitos saludables para prevenir hipertensión arterial, colesterol, estrés, obesidad, diabetes o accidentes cerebrovasculares.
Tratamientos para los trastornos del habla.
Es importante tratar los trastornos del habla lo antes posible para que la persona no desarrolle un trastorno de ánimo o problemas emocionales causado por el trastorno, como podría ser ansiedad por no entender lo que le quieren decir o depresión por no poder expresarse como quiere.
Los tratamientos suelen desarrollarse con psicólogos, neuropsicólogos y logopedas, mediante rehabilitación de los déficits o alteraciones posibles, trabajando individualmente o en grupo el habla habitual.
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